lunes, 5 de mayo de 2008

Un babuino pasó 8 años dentro de un remolque de circo


Un babuino que llevaba ocho años enclaustrado en una jaula de solo dos metros cuadrados y sin apenas luz disfruta desde principios de abril de una vida mucho menos dolorosa gracias al aviso de una vecina de Vilassar de Dalt y la posterior actuación de los Mossos d'Esquadra.El mono, una hembra de Papio hamadryas, era mostrado a quienes asistían a la función de un circo instalado en el municipio, aunque no formaba parte de los números del espectáculo, sino que estaba al margen, concretamente en un pequeño remolque con barrotes "que no cumplía los requisitos mínimos de bienestar animal", resume Carles Guerrero, cabo de la unidad de medio ambiente (URMA) de la región metropolitana norte. "Los babuinos necesitan moverse mucho y está claro que allí no podían", añade. El decomiso se produjo a finales de marzo.El animal, que sí tenía los papeles en regla --la documentación Cites sobre especies protegidas--, fue trasladado a las instalaciones de la fundación Gaia, en Vidreres (Selva), donde permanecerá medio año hasta que se recupere y pueda ser llevado a un centro de fauna de mayor tamaño en Holanda. "Cuando nos llegó el animal --recuerda Natàlia Ràfols, de Gaia--, tenía graves problemas de comportamiento". Había perdido pelo. Apenas se movía. Tenía miedo a la gente, a los espacios abiertos y a la luz. "Pesaba un 40% menos de lo que le correspondería --añade Ràfols--, aunque ahora se está recuperando a base de dieta".A LA FISCALÍALos mossos, prosigue Guerrero, enviaron el expediente a la fiscalía de Medi Ambient de la Generalitat, que es quien determinará si los hechos denunciados en el circo son constitutivos de delito.Los babuinos son primates de un tamaño muy respetable que, ade-más, suelen tener un carácter agresivo, por lo que no es fácil hacerse cargo de ellos, insiste Josep Manuel Rey, especialista de la asociación Depana. Todos los primates están protegidos internacionalmente y no se pueden vender como mascotas, pero en el caso de los babuinos también hay que tener en cuenta un factor de seguridad humana, añade Rey, que trabaja con la Generalitat en un programa de acogida. "Teníamos previsto acoger 10 este año --afirma--, pero en cuatro meses ya nos han llegado seis, más dos que se han muerto".